Es una tendencia que nunca pasa de moda y, además, ayudan a dar volumen y luminosidad a tu cabello.
Además de dar más luz al cabello, las mechas más claras que el tono natural del pelo, distribuidas por la melena, pueden ayudar a dar más volumen visual a nuestro pelo, y para ello son más eficaces aquellas muy finitas.
Los reflejos rubios, sólo uno o dos tonos más claros que el color natural, dan un aspecto más dulce y suave, mientras que los castaños muy oscuros o el negro endurecen ligeramente las facciones, si bien proporcionan un aspecto muy atrevido.
Como ocurre con los tintes permanentes, las mechas decoloran y transforman los pigmentos del cabello, por lo que no desaparecen hasta que el cabello se corta o se cubre con otro.
Las mechas bicolores (uno más claro y otro más oscuro) son una técnica muy útil para aumentar el efecto de volumen del cabello y darle un aspecto más vivo y animado. Son muy recomendables tras las vacaciones pues, con el sol, el pelo se aclara considerablemente, un efecto que, si bien puede ser muy favorecedor en verano, con la piel ligeramente bronceada, resulta algo excesivo en los meses más fríos.
Además, las mechas en dos tonos distintos ayudan a aliviar un poco el aspecto apagado que a veces dejan los tintes. Para evitar que, a base de retocar las mechas, el pelo se aclare en exceso, el peluquero debe tenerlo en cuenta para que, a la vez que introduce los nuevos “rayitos”, le dé también algunas mechas más oscuras, del color natural del cabello.
Se puede acentuar y alargar el color natural del cabello, aunque éste se haya teñido, si se emplean champús con pigmentos de color. Y es que el cabello teñido o con mechas necesita más mimos que nunca.
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